lunes, 10 de diciembre de 2012

Trabajador: renuncia a tu sindicato

Leo con una mezcla de rabia e impotencia que pese a la ausencia de acuerdo entre trabajadores y dirección de Iberia, los sindicatos han desconvocado la huelga. "Por presiones del Gobierno", dicen UGT, CC OO, USO, Asetma, Sictpla y CTA Vuelo, los sindicatos que han llevado las negociaciones.

Los sindicatos alegan que lo hacen "en respeto a los ciudadanos". Un respeto que los más 47 millones de habitantes de este país nos merecemos, así como los más de cien millones que anualmente usan las instalaciones aeroportuarias, ya sean viajeros nacionales o extranjeros.

Sin embargo, lo que los sindicatos no se han dado cuenta es que su gesto es una falta de respeto a quienes les sustentan: veinte mil empleados, de los que 4.500 tienen en el ERE su futuro más próximo y los restantes no conocen la viabilidad a largo plazo de sus puestos de trabajo. Así, pues, a los sindicatos les ha entrado responsabilidad ciudadana y han desconvocado la huelga.

Si yo fuera trabajador de Iberia, hoy habría montado en cólera. Precisamente porque los sindicatos no son los encargados de velar por el bienestar ciudadano ―tampoco lo es Iberia―. Empleados y empleadores defienden sus legítimos intereses y confluyen en esa negociación las armas que tienen unos y otros: el ERE como método para reducir costes por parte de Iberia y la huelga por la parte de los sindicatos para reclamar condiciones menos perniciosas.

¿Y quién debe velar porque los ciudadanos vuelen? Pues el Gobierno. Ese Gobierno que ni está ni se le espera, salvo para cuando se trata de rescatar un banco, de establecer nuevos recortes, de imponer nuevas tasas o de lamentarse ante el suicidio evitable de un desahuciado.

Los sindicatos esgrimen "presiones del Gobierno". ¿Qué presiones? ¿De qué tienen miedo los sindicatos? ¿Qué presiones han recibido del Gobierno para que se hayan echado para atrás? ¿Quizá las mismas presiones que provocaron que la huelga general del 14 de noviembre se convocara tras mucho avisar ―con su dosis de pobre teatralidad y falsa indignación― por parte de Toxo y Méndez?

Los sindicatos han fallado a los trabajadores. El de Iberia es, quizá, el caso más clamoroso, y puede que una de las últimas piedras de toque en lo que supondría la ―difícil― equiparación de fuerzas entre unos trabajadores doblegados por sus sindicatos y una empresa fuerte y dispuesta a prácticamente todo.

Trabajador: si estás afiliado a un sindicato, recuerda este episodio y piensa que el próximo puedes ser tú. Te están cobrando una cuota que les financia para, tal vez, no ayudarte en nada. Les estás sufragando un presupuesto que es posible que no dediquen a protegerte.

Hoy es Iberia. Mañana puede ser tu empresa. Hoy son 4.500 empleados. Mañana pueden ser tus compañeros de trabajo y tú.

¿Recuerdas lo que pasó con La Noria, aquel programa de Telecinco? Se pidió a los anunciantes que retiraran su patrocinio. Funcionó. ¿Recuerdas qué pasó cuando Telecinco se querelló contra Pablo Herreros por aquella petición a los anunciantes? Se pidió nuevamente que las empresas retiraran su publicidad. Y funcionó.

Y ahora que los sindicatos te han abandonado, ¿funcionará?

Trabajador: renuncia a tu sindicato. Devuelve los recibos de las cuotas y pide a tus compañeros que hagan lo mismo. A ver cuánto tardan los sindicatos en dar marcha atrás.

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